Ya sé que tú, que estás pensando en abrir tu empresa, ahora mismo lo ves todo posible, todo fantástico y tienes la cabeza en las nubes. Piensas que todo irá bien, que rentabilizarás y amortizarás todas tus inversiones en un tiempo récord. Pero es el momento de poner los pies en la tierra y preguntarte
1) ¿TENGO LIQUIDEZ ECONÓMICA EN ESTE MOMENTO?
Abrir un negocio implica arriesgar económicamente y asumir riesgos y, evidentemente, hay que lanzarse a la aventura. Pero, ¡¡¡cuidado!!! La diferencia entre ser atrevido y hacer locuras es muy pequeña.
Y con independencia de si tienes esa liquidez actualmente o no, qué tal si por un momento piensas en la pregunta que viene a continuación
2) ¿PUEDO CONSEGUIR DINERO PARA GARANTIZAR LOS 6 PRIMEROS MESES DE VIDA DEL NEGOCIO?
Te sorprendería saber la cantidad de negocios que echan sus cierres en esos 180 primeros días de vida, entre otras cosas porque invertimos todo nuestro dinero en la apertura pero se nos olvida que no empezaremos a generar dinero hasta pasado un tiempo de la inauguración (suele ser entre 60 y 120 días). ¡No veas cómo corren los días y los meses cuando hay que pagar nóminas, facturas de proveedores, IVA y Seguridad Social!
3) ¿TU ENTORNO SOCIAL Y FAMILIAR MÁS CERCANO TE APOYAN EN LA IDEA DE EMPRENDER?
Cuando uno abre una empresa tiene que sentirse respaldado en el proyecto, porque si no, cuando las cosas se tuercen, es fácil que aparezcan los reproches, los “ya te dije que no era el momento” o los “ya sabía yo que no funcionaría”. ¡Ojo!, No te digo que te rodees de acólitos que a todo te digan que sí, sino que tengas un grupo de personas a las que preguntar con confianza y que con la misma confianza te digan lo que les convence y lo que no les convence de tus ideas. Y valora todo lo que te comenten estas personas, porque lo hacen con cariño. Lo único que tendrás que hacer es esquivar y evitar a esas personas tóxicas que lo único que hacen es torpedear y poner trabas a tus sueños. Como decía mi padre, “el que no estorba, también ayuda”.
Y esto nos hace ir derechos a la cuarta pregunta
4) ¿TENGO TODAS LOS AMBITOS DE MI VIDA EN EQUILIBRIO?
Desde el momento que abras tu negocio, éste pasará a ser una parte muy importante de tu vida, pero tu vida se compone también de tu salud, de tu situación de pareja, de cómo estén tus relaciones familiares y de amistad, de cuál sea la cantidad y calidad de tu tiempo de ocio, de cómo de satisfecho te sientas con tu crecimiento personal. ¿Te imaginas abrir un negocio que te va a ocupar muchísimo tiempo durante, al menos, tus dos primeros años, sin que tengas el resto de las parcelas de tu vida en equilibrio? Y déjame que te dé un consejo más en este apartado: que tu empresa sea algo muy importante en tu vida, pero que no sea LO ÚNICO en tu vida. Conozco muchos emprendedor@s que destrozan el resto las parcelas de su vida por sacar adelante sus negocios y, créeme: ningún negocio es tan valioso como el resto de las parcelas de tu existencia.
5) ¿ESTÁS DISPUESTO A ESFORZARTE POR CUMPLIR TU SUEÑO EMPRESARIAL?
Ésta es la quinta y última pregunta de oro. Déjame que comparta contigo varias reflexiones: la primera es que no existen los inicios fáciles (ojalá lo tengas, pero no seria lo normal); la segunda reflexión, como dice Nil Bohigas, es que “no existen las metas regaladas” (preparate para luchar y sufrir); y, por último, valoramos mucho más aquello que más nos costó conseguir (así que acuérdate de esto cuando las cosas te vayan mal).
Querido emprendedor, querida emprendedora, si a alguna de las cinco preguntas has contestado que no, quizás deberías esperar un poco a abrir tu negocio o, al menos, deberías replantearte algunas cuestiones (el cómo, el cuándo, el cuánto, el dónde, el con quién, el para qué). Conozco ya demasiados casos de personas que arruinaron sus vidas y las de personas de su entorno por no invertir un poco de su tiempo a responder a estas cinco preguntas.
Por cierto, ¿no te parece que son de ORO tan solo por la cantidad de problemas que te pueden ahorrar en un futuro?
1 comment
Me encanto 🥰